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Si sólo tienes amor por tu propia raza
lo único que harás será dar pie a la discriminación
y la discriminación genera odio
y cuando odias, te pondrás furioso


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lunes, 22 de junio de 2009

Comentarios al filme Citizen Kane

Notas de interés general. Reseña

Para algunas personas el ejercicio periodístico está en riesgo, así que es momento de hacer varios comentarios, la profesora Chapou considera que el periodismo debe adaptarse a las nuevas necesidades de la sociedad y que en la medida en que lo haga seguirá presente.


Citizen Kane es un filme que considero necesario comentar, para poder entender si esta "crisis del periodismo" es tan nueva como algunos consideran.

Más allá de volver a decir de qué trata la película como las innumerables críticas y reseñas que se pueden encontrar, hablaremos de la importancia de que las personas que se dedican a la difusión de mensajes e información, no caigan en las prácticas que se ven en la película.

Lamentablemente, los medios de comunicación colectiva utilizan constantemente prácticas que se alejan mucho de informar de manera imparcial, que fue uno de los puntos centrales de la Conferencia Hemisférica sobre Valores Periodísticos en el siglo XXI, celebrada en San José Costa Rica en el 2006[1].

Otro de los problemas que se identifican, es que igual como sucede en el filme, no es requisito para informar de forma masiva ser especialista. Considero que el informar a la sociedad en general es una tarea muy importante y no debe estar al alcance de cualquiera que no haya tenido, al menos, una formación universitaria; esto trae consigo la falta de veracidad, contrastación de fuentes, credibilidad “Una vez que se ha conseguido que la publicación de contenidos y su disponibilidad a escala global sea un proceso amigable, emergen los problemas asociados a un sistema de publicación sin filtrado previo: infopolución, visibilidad y credibilidad”[2].

Contar lo que pasa a nuestro alrededor, los eventos cotidianos o extraordinarios que protagonizamos o de los que somos testigos, es algo que hacemos a diario todas las personas. La novedad consiste en que cada vez más gente tiene ahora la ocasión de publicarlo.
[3]

Y más que la novedad podría decir que es el peligro. En las universidades y colegios se proporciona teoría, práctica, valores y se da una visión generalizada de la verdadera labor de aquellos que se dedican a la difusión masiva de mensajes e información, la necesidad de contrastar las fuentes, de ir adquiriendo credibilidad de aquellas personas que lo escuchan “los ciudadanos no saben ni pueden producir contenidos de calidad periodística de forma regular”
[4] y tampoco deben hacerlo.

La efectividad de la tarea periodística estará determinada por el nivel de confianza y respaldo de los lectores, que constituyen el máximo tribunal. Ganar esa credibilidad es un compromiso para la prensa y la obliga al mayor nivel de transparencia, independencia y honestidad. Todo ello debe primar al momento de decidir qué informar y la prensa debe ser rigurosa en los estándares de verificación a utilizar. Nunca debe publicar algo que sabe que es inexacto, de la misma manera que no puede caer en la deshonestidad de difundir una información como propia y original, cuando se trata del trabajo ajeno.
[5]

Y no sólo en la prensa, sino en cualquier otro medio de comunicación colectiva, se debe: “Consultar el mayor número de fuentes e identificarlas en las informaciones ya que contribuye a la transparencia. (...) Excepcionalmente, hay noticias que requieren el anonimato de las fuentes, aunque este instrumento jamás debe manejarse con ligereza (…)”
[6], las personas encargadas de informar a la sociedad deben tener altos estándares de exigencia en cuanto a los contenidos que informarán.

No es posible que después de más de 60 años del inicio de William Randolph Hearst en la prensa, los medios de comunicación colectiva sigan con su legado. Mucho se dice que este personaje popularizó la prensa amarilla.

Con el término amarillo se pretenden reflejar todas aquellas formas de presentar la información que no se ajustan de forma seria, contrastada y veraz a los hechos y a la realidad sin distorsionarla. En la prensa es fácil detectar fisuras en la presentación de la información, es decir, todo lo que no se ciñe a lo estrictamente periodístico, informativo, que abuse de la ingenuidad, la ignorancia o desconocimiento de un tema por parte del lector. O bien, y lo que es más grave, subestime su capacidad o su inteligencia.
[7]

Se hace un llamado a los profesionales de la información, o de acuerdo con la Ley del Secreto Profesional del Periodista en al Distrito Federal
[8] a los periodistas y colaboradores periodísticos que ya dejen ese legado atrás y comiencen a utilizar otras formas de comunicar e informar. Se reconoce que no son todos los medios en México, pero sí la mayoría.

Supongo que lo hacen porque es una forma muy fácil de hacerse de audiencia y adquirir dinero de forma rápida, lamentablemente lo hacen descuidando las fuentes y las personas que de tiempo completo o de freelance colaboran con ellos.

Un mecanismo que también se acerca a la realidad y experimenta de cerca los problemas sociales es el periodismo de investigación la parte positiva es que éste en todo momento respeta los datos y el tono de la noticia la cual no pretende ser sensacionalista “se sumerge en lo más crudo de la realidad para mostrarla en toda su evidencia y para que los grandes trucajes desde los diversos poderes no queden escondidos, pero respeta el dato y el tono”[9].

Es innegable el impacto de los medios de comunicación colectiva en la población, sobre todo en la población de las ciudades:

Hearst podía influir con facilidad sobre la opinión pública. Por ejemplo, a finales del siglo XIX sus reportajes sobre las atrocidades que estaban cometiendo los españoles en Cuba indignaron tanto a la opinión pública estadounidense que los Estados Unidos inició la guerra Hispano-estadounidense. Hearst fue muy criticado por su nacionalismo extremo y aislacionismo, mientras que otros lo consideraron un patriota.
[10]

En México y en el mundo es común que los medios tiendan hacia el sensacionalismo y que con frecuencia mezclen la información con opiniones. De acuerdo con Noam Chomski:

La prensa, vestida siempre con los rojos de la objetividad y de la dignidad, resulta cada vez más instrumento de manipulación informativa, de comunicación sesgada y, en fin, de presión económica, política e ideológica… Habrá, pues, que consumirla pero desde una actitud de crítica sospecha y de análisis sistemático de sus contenidos para ni llamarse a engaño ni infravalorar sus mensajes.[11]

Hago mía la afirmación de que debemos frente a cualquier información o comunicado proveniente de cualquier medio de comunicación colectivo consumirla desde una actitud de crítica sospecha y de análisis sistemático de sus contenidos para ni llamarse a engaño ni infravalorar sus mensajes.


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